lunes, 4 de mayo de 2015

El Juego en la Educación Inicial


La infancia está ligada automáticamente al juego, donde el jugar es un acto creativo que no les ayuda sólo a aprehender el mundo,  sino a resolver conflictos y dificultades.


El juego ofrece la posibilidad de entrar en relación real o imaginaria con el par bajo diversas formas.  Simultánea o alternativamente, el juego significa enfrentamiento y colaboración, antagonismo y cooperación.  Jugar el uno con el otro significa, al mismo tiempo, jugar juntos.  Como afirma Ana Malajovich (2000), “el juego es patrimonio privilegiado de la infancia y uno de sus derechos inalienables pero además, es una necesidad que la escuela debe no sólo respetar sino también favorecer a partir de variadas situaciones que posibiliten su despliegue”.

El juego simbólico es una experiencia vital de la infancia que posibilita transformar, crear otros mundos, vivir otras vidas, jugar a ser otros, y así aprender a pensar como los otros, a sentir como los otros y, en definitiva, a  saber que existen formas de pensar y sentir diferentes a la propia.

Es un juego libre y autónomo, apenas necesita condiciones, aunque se enriquece si los espacios, objetos o tiempos de dedicación son propicios para que aparezcan. No precisa de la intervención de los adultos, aunque a veces una mirada que demuestre interés lo favorece y otras, lo inhibe. No necesita que se enseñe (los verdaderos expertos son los niños). El mismo se puede jugar en solitario y en contextos escolares y no escolares.   El juego simbólico es pura acción espontánea y libre, lleno de significado como acto, sin un fin predeterminado y necesariamente ajeno a la intervención del adulto.


María Elena Parma


Laura....mi antes y después...en el camino de la enseñanza

    ¡Seño estamos cansados de Laura! Todo el tiempo nos persigue.
    Seño, yo le voy a “dar”… me agarra y me quiere besar… le voy a pegar.
    ¡No la aguanto más! ¡Que se valla de esta escuela!
Los reclamos de cada uno de los alumnos de segundo grado eran cada vez más. Cómo descubrir qué pasaba por el interior de Laura, que no podía comunicarse con sus compañeros de una manera que no molestara.
La violencia y la agresividad física y verbal surgieron en el grupo de manera cada vez más preocupante. Siempre en las cuerdas del ring estaba Laura; con su brazo sano mantenía la firmeza, con el otro “daba latigazos” en su defensa. Salía de esa lucha hostil caminando con dificultad, “dificultad” que le había regalado la vida en sus primeros años de vida, cuando la falta de alimentación, control y cuidados le provocaron una hemiplejia cerebral. Esta pelea a la muerte se la ganó, pero la mala perdedora la dejo con dificultades en la motricidad de su cuerpo en el hemisferio derecho.  Y como una paradoja le regaló un desarrollo sexual, hormonal y físico superior al de su edad (con solo 8 años  parecía una joven adolescente floreciendo) y un desarrollo mental inferior.
¿Qué era lo que necesitaba? ¿Cuántas veces me lo pregunte? ¿Cuántas reuniones con equipos técnicos y su madre adoptiva en busca de respuestas?... Su madre…ella la había adoptado a los 4 años, en un acto de profundo amor, ya que sola enfrentó la gran tarea de amarla. Intentaba sostener, con su humilde sueldo de profesora, tratamientos psico-pedagógicos, psicológicos, y de  rehabilitación motora.
Fue cuando me informaron que recibiría la ayuda de una docente integradora. Con una mirada muy tranquilizadora evaluó la situación y me propuso cambiar la forma de trabajo, comenzar a JUGAR. “¿Cómo podría cumplir con el programa de contenidos si me ponía a jugar?”, fue lo primero que pensé. Pero mi necesidad de encontrar armonía era mayor que mi preocupación por los contenidos. Así que me entregue a la propuesta. Juntas armamos un proyecto donde jugando aprendimos a “mirarnos, decirnos qué sentíamos, hablarnos, perdonarnos, escucharnos, compartir, crear”. Fue maravilloso ver como esos niños que por momentos parecían odiarse comenzaron a respetarse a crear cosas en conjunto.
¿Qué paso con Laura? Era la más feliz, en el juego ella era y se sentía “protagonista”. Encontré mi respuesta. ¿Qué era lo que Laura necesitaba? 
“PROTAGONISMO Y RECONOCIMIENTO” era todo lo que quería. Ser vista, reconocida,  aceptada en sus diferencias. ¿Qué poco era y a la vez que difícil? ¿Cómo transmitirles a los niños esto, si los adultos constantemente discriminamos las diferencias y solo aceptamos estructuras normales? Como mis planificaciones, que solo respondían a prácticas estructuras…

Cuando me vuelvo a encontrar con grupos que me confunden, perturban o preocupan …vuelvo a jugar.

domingo, 3 de mayo de 2015

LA REALIDAD DEL PUEBLO QOM Y LA EDUCACIÓN



Vivimos en un mundo complejo, los fenómenos sociales se suceden con rapidez planteando nuevos retos a los que las sociedades deben ofrecer respuestas.
 Los movimientos migratorios han situado en un mismo espacio a personas de muy diferentes orígenes culturales o quizás, dicho de otra manera, han puesto en evidencia lo que ya antes era una realidad: vivimos en una sociedad multicultural.

Esa creciente realidad multicultural ha incitado y provocado muchas intervenciones de diferentes estilos y en diferentes ámbitos. El reto que plantea  conseguir una plena integración tanto de colectivos minoritarios como de colectivos autóctonos nos provoca aún mucho que pensar, proponer, experimentar. Y somos los diferentes componentes de esa sociedad multicultural los que tenemos que trabajar para construir una sociedad intercultural, en este caso, a través de la educación.

Debido a una realidad  social en la cual la comunidad de Quitilipi  ( mi lugar en el mundo) en la cual se halla  una población  compuesta por inmigrantes europeos, criollos y originarios, y  que como estudiantes y futuros docentes muchos tendremos la oportunidad de desempeñarnos en la zona rural y en la denominada Colonia Aborigen Chaco, es necesario el compromiso desde el lugar que nos toca, la educación , de reconocer una realidad negada.


La cosmovisión QOM reconocía tres estratos en su mundo real e imaginario: seres superiores en lo alto de los cielos, en medio del viento, nubes, rayos; seres superiores sobre la tierra, entre ríos, plantas, montes, lagunas y montañas; animales inferiores que habitan por debajo de la superficie del agua y la tierra.
A ellos recurre el pio’oxonaq para obtener detalles de las dolencias del asistido, a través de cantos, rezos, imprecaciones y gestos simbólicos.
En oportunidades, requieren la ayuda de los oiquiaxai, miembros del grupo con poderes excepcionales que les han sido transmitidos desde otros mundos o desde profundidades inexploradas de la tierra, el agua, las montañas o los bosques. 

Lo que nos muestra una cosmovisión muy diferente de la occidental de la época, que solo se interesaba en la explotación de recursos económicos


El avance del blanco sobre los territorios tobas, buscando explotar los recursos naturales allí existentes, como el quebracho, incluyó la participación de las fuerzas armadas; se recuerda la Masacre de Napalpí, en la década de 1920, como el episodio más sangriento que redujo a este pueblo a una dependencia social, económica y política  que aún persiste y tiende a agravarse con la ampliación de las áreas explotación ganadera, forestal y del cultivo de la soja sobre esas regiones.

La ilustración corresponde al avión desde el cual disparaban con ametralladoras  a la población aborigen, en el paraje de Napalpí.




Se siguen acallando las voces de las personas, de nuestros semejantes, de los primeros pobladores como antaño se hizo, sin comprender que la pérdida de su cultura, de sus conocimientos, más que una cuestión de cosmovisión es una herida sangrante que afecta a toda la sociedad.-

La escuela es el espacio de socialización más importante para los niños y niñas, después de la familia, porque los años que pasan en este recinto son definitivos para la formación de su personalidad, pero con la llegada de población infantil proveniente de otras minorías se ha visto seriamente afectada, se han creados situaciones nuevas a las que hay que dar respuestas acertadas, es  en donde la Educación Intercultural  consistirá en responder a la “diversidad” desde el principio y en todas las decisiones que la planificación del proceso educativo requiera.

Es una de las tareas principales de la Escuela de hoy, además, para que el proceso de reflexión y de toma de decisiones sea realmente útil, el proceso de enseñanza ha de ir adoptando decisiones concretas, opciones educativas compartidas por el conjunto de las personas que forman toda comunidad.

Desde mi  punto de vista , una 
educación intercultural no es solo un problema de recursos,  sino como un conjunto de convicciones sociales, culturales y pedagógicas en donde intervienen de la misma forma profesores, alumnos y padres de familia.