Nuestro alumnos
viven en un mundo saturado de imágenes y de información (Chat, celulares, video
juegos, etc.) que no tienen cabida en las aulas. Ante este panorama surge una
inquietud. ¿Estamos preparando a los alumnos para vivir o sobrevivir en este
siglo?
Existen retos que
debemos tener en cuenta:
- La caducidad de la (in) formación: el conocimiento se
renueva constantemente, somos “aprendices permanentes” obligados a
actualizarnos y los alumnos son más permeables a esa renovación por lo
tanto será necesario re definir la función docente, los materiales,
recursos (materiales, tecnológicos, etc) y repensar el currículo.
- La inabarcabilidad e incertidumbre de la información:
actualmente estamos saturados de información que no siempre es verídica,
tenemos que formar estudiantes que sepan buscar y utilizar información
relevante.
- La relatividad de los conocimientos enseñados: no hay
una verdad absoluta.
- La heterogeneidad de las demandas educativas: atender a la diversidad, fomentar el diálogo y acercamiento entre diferentes culturas.
Desde
esta perspectiva “enseñar” implica: enseñar estrategias que contribuyan a
niveles profundos de comprensión; a encontrar por sí mismo las metas y
herramientas más adecuadas, en cada situación; a desarrollar una actitud
estratégica que les permita un uso reflexivo de los recursos disponibles.
Para entretenernos les dejo un vídeo:
Daniela Navarro
No hay comentarios:
Publicar un comentario